Partida y regreso

Hoy justamente hace un mes de mi partida, a estas alturas he pensado que me importa un pito quien lea lo que escribo, porque total, es mi vida, y a la única que tengo que responder por mis decisiones es a mi misma. A quien no le guste le recomendaría que metiera la cabeza en el retrete mas cercano, por favor...le sentará bien.

Cogí mi elefante rosado; mostraré una foto de mi querida y pesada acompañante antes de que se vaya sin mí, ya que por aquí no existe espacio para acogerla, creo mas bien que quedaba mejor en cierta esquina, de cierta habitación, de cierta casa...en cierta ciudad, allí por lo menos tenía un uso, cuidaba y servía para poner la ropa. En este lado se ha quedado totalmente inútil, en parte la odio, no fue lo suficientemente grande...
Emprendí un viaje en el que no existe ni anillo, ni destino, ni odiosos héroes ni grandes villanos, le encontré a él.

Y pude volar...sin miedo, lo hice con alas de metal, con forma de rosas, con forma de caricias o palabras, también hubo tulipanes, un guiño, o una sonrisa. Un saludo y un armario.
Mi vuelo fue largo y en pocas ocasiones descansé, recuerdo que se escondió detrás de una máscara. Volé y me hicieron volar y no lo hice sola.

Recuerdo un balcón y sonando música en nuestros oídos, qué bebíamos, era algo dulce...mmmm piña, creo que era algo con piña.
Recuerdo un amanecer y el porqué tuvimos que marcharnos. Ese día 7 también es para mí festivo, aquel día había brisa o corriente?? . Recuerdo mi primer ataque de risa que he sufrido, aquello fue para foto. Un tropiezo, para qué engañarnos unos cuantos, recuerdo lo fácil que me era dormir. Aprender a bailar en pareja fue de lo mas rico, no olvidaré esa camisa ni esa canción. También recuerdo un pez con complejo de tiburón y un loro que no pude traer. Recuerdo hablar demasiado por unas cuantas cervezas. Ese olor. La tos y a un vampiro en reposo. Recuerdo mi rimel en un fondo blanco. Una gorra empapada y un paraguas. Un castigo.
Mi vuelo cogió diferentes apariencias y matices pero siempre había un buen lugar donde reposar, recuerdo, recuerdo...que descansé mientras volaba.

Recuerdo abrir los ojos y encontrarle a él. El vaho en el espejo. Caminar a oscuras sin temor para temer. Recuerdo cuando me lo dijo por primera vez. Los taxis que son mejores que los autobuses. Recuerdo que me taparon la boca. Un mordisco con moratón en los labios. Que no hacía frío. Recuerdo la música y un intento de cantar. Escondida detrás de él. Recuerdo su risa…
Y ví que detrás de las montañas no había vacío y que no todo entre las nubes es tempestad.
El resto me lo guardo para mí.

Solo hay algo doloroso en este viaje, a lo que odio y detesto por encima de todo: fue mi regreso. Y a este hay que maldecir, porque con él se me quedó algo que no pude traer, no entraba en mis bolsillos, ni tampoco en mi maleta, se me quedaron allí sujetando una caja con flores, con mi corazón latiendo por medio y una carita a la que había que despedir. Maldigo de entre todos ese día, que me dolió, y me duele sin cesar y mientras caminaba hacia una dirección, cuando mi vista ya no llegaba a mas, ellas con él partían hacia el mismo lugar que yo compartí y en donde nacieron. Sé que las cuidarán bien, que con él residen sin que se dé cuenta. Sé que no morirán.

Mis alas me las cortaron, prefirieron quedarse con él.