Creí que te habías muerto, corazón mío, hace meses.
Creí que, definitivamente, te habías muerto: sí, lo creí.
Que, después de haber esparcido el revoloteo púrpura de tu desesperación,
como una alondra caíste en el alféizar; que te extinguiste como el fulgor atemorizado de un espectro; que como una cuerda tensa te rompiste, con un chasquido seco y terminante. Creí que, acorralado por tus desvaríos, traicionado por los todavías, alcanzado por las evidencias, exhausto, abatido, habías sido derribado al fin. Y contigo, se desvanecieron los engarces entre sentimientos, imágenes, suposiciones y pruebas. Se me fueron abriendo las costuras de la memoria: ya me estaba acostumbrando a vivir sin ti.
Pero tus fragmentos estallados se han ido buscando, encontrando, cohesionándose como gotas de mercurio, sin cicatriz ni señal. Y ahí estás, otra vez inocente, sin acusar enmienda ni escarmiento, guiando, dirigiendo, adentrando en ti el peligro, como si fueras invulnerable o sabio, como si, recién nacido apenas, ya fueras capaz de distinguir, en el mellado filo del clavel, la espada.
4 comentarios:
No pues este blog es puro amor¡¡¡¡
jajaja declaraciones de amores prohibidos o lejanos?
Prohibido no!!!!!!!!!
Lejano...depende de como lo mires, algunas veces esas personas son las que mas cerca estan,
este post se trata de mi propia resurrección gracias a él....(elfa con la cara sonrojadita)
(enano con cara sonrojada)
mmmmmm. aqui se respira amor. parece que aunque haya un gran charco entre los dos, es muy fuerte el amor
Publicar un comentario